Bueno, problema típico del verano (especialmente para los que nos gusta la costa gaditana): La sombrilla me sale volando, o simplemente me dura dos días porque el viento ha destrozado las varillas.
¿Cuál es el problema? El problema es la fuerza que hace el viento sobre la superficie cerrada de la tela de la sombrilla. ¿Es necesario que esta superficie sea cerrada, como en los paraguas? Pues no, y es aquí donde creo que puede mejorarse el sistema. Actualmente las sombrillas se hacen de igual forma que los paraguas. En éstos, la superficie es cerrada porque el agua pesa, y el objetivo es que no pase. La sombrilla, sin embargo, tiene como objetivo impedir el paso de los rayos solares, que no pesan (al menos no mucho) por lo que no es necesario que la superficie sea cerrada, que es el principal problema que provoca que las sombrilals salgan volando, o que se terminen rompiendo.
La propuesta: Una estructura de algún material plástico. La cubierta de la sombrilla sería una especie de rejilla formada por cuadrados (de, por ejemplo, entre 5-8 cm de lado). Unido a cada lado de cada cuadrado habría un trozo de algún tejido rígido que cubriría completamente el cuadrado, de forma que habría 4 "solapas" de ese tejido. Como cada solapa (que son de forma cuadrada) está unida sólo por un lado, tienen la posibilidad de moverse, para dejar pasar el aire. Eso sí, al haber 4 solapas, sea cual sea la dirección del viento, parece lógico pensar que al menos una cubriría el hueco del cuadrado en cuestión, proporcionando la ansiada sombra.
El resultado final es una sombrilla con el aspecto de la gallina Caponata, pero inmune a las inclemencias del viento.
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