Horas Bajas para el Periodismo

"Los informáticos somos como putas". Ésta es la frase con la que un antiguo compañero de mi ex-empresa de servicios TIC recibió a un candidato (amigo mio, y que sigue trabajando allí) a entrar en la compañía durante una entrevista de trabajo. Hacía referencia al mercado tan poco regularizado de las empresas de servicios TIC, que tiende a explotar a los trabajadores, ninguneando su categoría académica y profesional.

Sinceramente, hoy día creo que esta frase es mucho más aplicable a los periodistas, y sin el como: "Los periodistas son putas". Me da lástima expresarme en estos términos, pues soy un gran consumidor de prensa, radio y televisión, y especialmente de las ramas en las que el peso de los periodistas es más importante, como las columnas de opinión o las tertulias.

No sé cómo se habrá llegado a esta situación, pero me parece un momento terrible para el periodismo. No sé ni cómo ordenar la exposición de todos los defectos que encuentro:

• Todos los medios de comunicación de carácter general están alineados políticamente con algún partido político. Puede que esto en sí no suene extraño; el problema es que este alineamiento se pone de manifiesto en la parte informativa de los medios, no en la parte de opinión, donde es lógico y necesario que así ocurra. No es de recibo que uno lea en El País "El gobierno hará A" y que El Mundo publique "El gobierno hará B", por poner un ejemplo. Muy distinto es que los columnistas de dichos medios realicen un análisis de la actualidad en el que uno diga "La situación C puede tener consecuencias D" y otro exponga que "La situación C puede tener consecuencias E". Esto último representa el escenario deseable.
• La situación de la prensa deportiva es tremenda. El único objetivo es la venta de periódicos (o análogamente las audiencias de TV o radio). Para ello, cuanto más sensacionalista se es, mejor. Los medios de Madrid influyen todo lo que pueden en que los equipos madrileños prosperen, pues indirectamente es una situación que les beneficia.
• La prensa del corazón...¿De verdad es necesario que exponga por qué me parecen putas los "periodistas" que cogen un micro y acosan al famosillo de turno para sacar unas imágenes que sólo aportan morbo?

Como reflexión final, decir que me parece asombrosa esta situación que denuncio, pues siempre he considerado que el periodismo era una de las carreras más vocacionales. La situación actual se me asemeja (utilizando otra carrera vocacional) a que la mayor parte de los médicos recetasen medicinas inadecuadas, sólo porque les reportasen mayores beneficios a sus consultas/farmacéuticas/etc.

Para no ser injusto con las personas que admiro, me gustaría excluir de esta quema explícitamente a ciertos periodistas por los que tengo una gran admiración, y que aunque seguro que todos tienen sus ideas políticas o deportivas y sus directrices por parte de sus jefes, me han demostrado ser lo suficientemente honestos, tolerantes y plurales para ganarse mi admiración: En el plano más general: Especialmente Gemma Nierga y también Carlos Herrera, y en el estrictamente deportivo: Juanma Gozalo y Santi Segurola.

Lamento que este post no haya tratado ninguna idea innovadora, y espero no haber defraudado a mis numerosísimos lectores (Benji, Juancho, ¿seguís por ahí?).